Muchas veces cometemos el error de utilizar patrones mentales negativos a la hora de analizar un determinado problema, o llegar a ciertas conclusiones sobre nuestras vidas. Identificar estas formas de pensar autodestructivas, es el primer paso para convertirnos en espectadores de nuestros propios pensamientos y así, poder emitir juicios más acertados sobre la realidad que nos rodea.

 Formas de pensar autodestructivas:

1. Ser catastrofista:  Ante una situación difícil, las personas catastrofistas siempre imaginan el peor escenario posible, Esta forma de pensar crea mucha ansiedad.

2. Exagerar lo negativo y minusvalorar lo positivo: Habitualmente estas dos características van de la mano y ambas contribuyen a generar un estado de ánimo depresivo. El mejor ejemplo sucede cuando dices algo positivo y automáticamente utilizas la palabra “pero” para introducir algo negativo: “Cada vez lo hago mejor en el trabajo PERO sigo cometiendo errores”. Prueba por un momento a cambiar la palabra “pero” por la conjunción “y”. La frase quedaría de la siguiente forma:“Cada vez lo hago mejor en el trabajo Y sigo cometiendo errores”. Como puedes observar, en este caso los componentes positivo y negativo adquieren el mismo peso en la oración.

3. Creer que puedes saber lo que piensan los demás: A veces, creemos saber las motivaciones y razones que tienen las personas para actuar de una determinada manera, sin que tengamos ninguna evidencia para ello. Por mucho que te acerques, no puedes saber lo lleva a una persona a actuar de determinada manera, a menos que te lo diga de manera explícita. Y muchas veces ni aún así es suficiente. Debes asumir que el pensamiento de los demás es algo que escapa a tu control.

4. Pretender ser un experto siempre: En un área determinada es la receta ideal para generar estrés ya que te obliga a estar siempre a la defensiva. Cuando el error no es una opción para ti, siempre tienes que estar defendiendo tu opinión y tus acciones para poder justificarte cuando te hayas equivocado. Por mucho que sepas acerca de un determinado tema, debes asumir que el error forma parte esencial de nuestras vidas.

5. Los “debería”: Los “debería” suponen la existencia de una lista de reglas inquebrantables tanto para ti mismo como para los demás. La culpabilidad surge cuando eres tú el que rompe una de estas reglas. Por el contrario, experimentarás enfado y resentimiento cuando sean los demás los que rompan estas reglas. No debes olvidar que el concepto que tienes tú sobre lo que debería y no debería ser el mundo es sólo tuyo.

6. La culpa: Ocurre cuando te sientes responsable del sufrimiento de los demás o, por el contrario, responsabilizas a los demás de tu propio sufrimiento. Cuando culpabilizas, siempre hay algo o alguien externo a ti que es la causa de tu sufrimiento. Cambiar a los demás o cambiar las circunstancias que te rodean no es siempre una tarea fácil o posible. Lo único que puedes intentar hacer es cambiar tú mismo.

Para liberarnos de estas formas de pensamiento autodestructivo, es necesario:

- Ser consciente de estos errores: Identificar estos pensamientos negativos.

-Transformar estos pensamientos negativos por otros mas realistas y adaptativos. Con mucha    práctica y atención, lograrás adelantarte a estos pensamientos antes de que surjan, y podrás escoger un camino diferente.

 Al cambiar estos patrones mentales negativos, podrás conseguir que las reacciones emocionales que se generan a partir de ellos, no sean tan devastadoras como en el pasado.